Un equipo de investigadores, entre los cuales se encuentra el español Valentín Fuster, ha conseguido un sistema de ultrasonidos portátil y de fácil manejo para evaluar la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, incluso antes de que el paciente conozca el riesgo que tiene de sufrir dicha enfermedad.
No es el primer estudio que se realiza en este ámbito, sin embargo, la principal novedad de esta investigación es el uso de una tecnología económica y portátil para poder “examinar de forma rutinaria a las personas antes de que presenten los signos de enfermedad cardiovascular”, según indican en el estudio publicado en la revista Global Heart, a principios de enero.
El ecocardiograma permite utilizar ultrasonidos para observar el corazón, en concreto, las arterias carótidas (en el cuello) y las femorales (en la parte superior de la pierna). Así se puede detectar la presencia de placas que empiezan a acumularse en las arterias. De esta manera, se logra estudiar la enfermedad aterosclerótica en fases más incipientes.
Esta tecnología se ha probado de manera efectiva en casi 2.000 personas que viven en EEUU, Canadá e India, concluyendo que se trata de una prueba económica y rentable, de fácil uso y que puede utilizarse a modo de prevención y evitar así una de las causas principales de muerte súbita a partir de los 45-50 años.
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Fuente de la noticia y de la fotografía EL MUNDO